domingo, 18 de diciembre de 2011

Poema A una mujer






No hay que llorar porque las plantas crecen en tu balcón, no hay
que estar triste si una vez más la rubia carrera de las nubes te reitera
lo inmóvil, ese permanecer en tanta fuga. Porque la nube estará ahí,
constante en su inconstancia cuando tú, cuando yo -pero por qué nombrar el polvo y la ceniza-.
Sí, nos equivocábamos creyendo que el paso por el día era lo efímero, el agua que resbala por las hojas hasta hundirse en la tierra.
Sólo dura la efímero, esa estúpida planta que ignora la tortuga, esa blanda tortuga que tantea en la eternidad con ojos huecos, y el sonido sin música, la palabra sin canto, la cópula sin grito de agonía, las torres del maíz, los ciegos montes.
Nosotros, maniatados a una conciencia que es el tiempo,no nos movemos del terror y la delicia, y sus verdugos delicadamente nos arrancan los párpados para dejarnos ver sin tregua cómo crecen las plantas del
balcón, cómo corren las nubes al futuro.
¿Qué quiere decir esto? Nada, una taza de té. No hay drama en el murmullo, y tú eres la silueta de papel que las tijeras van salvando de lo informe: oh vanidad de creer que se nace o se muere, cuando lo único real es el hueco que queda en el papel, el golem que nos sigue sollozando en sueños y en olvido.





Julio Cortázar


miércoles, 14 de diciembre de 2011

En las aceras













En las aceras se trazan versos sin nombre,
rimas afónicas entre el neón de un añejo anuncio
que, perpetúa inconsciente, un anhelo en la mirada

Los adoquines amontonan la esencia de una huella
impertinente, un paso de cebra soslaya de reojo
un silencio entre semáforos y tubos de escape

La banda sonora de un cortometraje de prisas
repica en los cristales del ultramarinos
donde compramos el azafrán de un sueño

El tranvía de la línea circular no se llama deseo
ni en las marquesinas al sol sucumben historias
que protagonicen niños con abarcas de cuero

Pero, cada noche, en las aceras desamparadas
de una ciudad aletargada, las sombras
desatienden los cuerpos y transitan ausencias.





Francisco J. Picón










miércoles, 7 de diciembre de 2011

TUYÚ






La historia, es un lenguaje?
Tiene que ver este lenguaje con el lenguaje de la historia
o con la historia del lenguaje /
en donde balbuceó /
tiene que ver con este verso?
lenguas vivas lamiendo lenguas muertas
lenguas menguadas como medias
lenguas, luengas, fungosas:
este lenguaje de la historia / cuál historia?
si no se tiene por historia la larga historia de la lengua

Cuentan
en un fogón:

Ña-Rudecinda
no roció el apero el ánima?
no se hizo jabón el chajá?

(Gauchos fundidos, con sus lenguas de vaca, con sus trancas
con sus coyundas y sus rastras
Gaucho fundido: él clava sus espuelas en el dorso - fundido -
de la lengua, como atrapado en una vizcachera)

A unos kilómetros de San Clemente, en el Tuyú
está la tumba de Santos Vega, adonde acuden las toninas
y los surfistas en sus jabas, sobre las alas de cristal.
Roto cristal, tercas toninas de la historia: van
donde los arponeros con sus garfios: van
donde los zafarranchos cachan: donde fundido el gaucho
saca el facón y se disgracia:
era la historia, esa disgracia!
disgracia de yacer en el Tuyú, de un yacer general.
Los caníbales en ese cristal las rudas olas asaetan;
y tú, en esa pereza de la yertez, no jalas?
Jalas de crestas cristalinas y empenachadas?



Néstor Perlongher